Documento para orientar sobre alimentos nuevos y tradicionales
La Autoridad Europea de Inocuidad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) publicó dos documentos, en los cuales garantizan que estos alimentos son seguros, antes de que los gestores de riesgos decidan si pueden comercializarse en Europa.
La elaboración de estos documentos, que introducen un procedimiento centralizado de evaluación y autorización de comercialización de alimentos, llegan a sustituir al anterior de 1997 y que entraran en vigor en enero de 2018.
¿Qué son los alimentos nuevos y tradicionales?
Los alimentos nuevos se refieren a los alimentos que los ciudadanos europeos no han consumido en un grado significativo antes de mayo de 1997, que provienen de nuevas fuentes, son obtenidos mediante la aplicación de nuevas tecnologías o mediante el uso de nuevas sustancias.
La comida tradicional es un subconjunto de la comida nueva. El término se refiere a los alimentos tradicionalmente consumidos en países fuera de la Unión Europea. Incluye alimentos hechos de plantas, microorganismos, hongos, algas y animales (por ejemplo, semillas de chía, fruta de baobab, insectos, castañas de agua).
Orientación sobre los requisitos
Los nuevos documentos de orientación explican en detalle el tipo de información que los solicitantes deben proporcionar para la evaluación del riesgo. También aclaran cómo presentar esta información antes de que la EFSA pueda evaluar la inocuidad de los alimentos nuevos o tradicionales.
Los solicitantes que presenten nuevas aplicaciones de alimentos deben mostrar datos que describan el producto. Los expedientes deben incluir datos sobre las propiedades compositivas, nutricionales, toxicológicas y alergénicas del nuevo alimento, así como información relativa al proceso de producción y los usos y niveles de uso propuestos.
La EFSA aborda los alimentos tradicionales de terceros países (países no pertenecientes a la UE) en un documento de orientación separado. Los solicitantes deben presentar pruebas de un uso seguro de los alimentos tradicionales en al menos un país fuera de la UE durante un período de al menos 25 años.
La EFSA participó estrechamente con las partes interesadas en el desarrollo de la orientación. Además de una consulta pública de dos meses, en donde las partes interesadas tuvieron la oportunidad de dar su opinión sobre los proyectos en una reunión realizada en Bruselas.
Fuente: Efsa