Estudio de ODECU y Universidad de Valparaíso revela alto contenido calórico en menús infantiles de restaurantes familiares
Investigación evaluó a 45 menús para niños, evidenciando que estos ofrecen platos que llegan hasta a 800 calorías – la mitad del aporte energético que un niño debiera consumir al día–, sobrepasando las recomendaciones nutricionales de una alimentación saludable.
La Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU) en conjunto con la Universidad de Valparaíso (UV) realizó un nuevo estudio, esta vez enfocado a evaluar cuali-cuantitativa los menús infantiles ofrecidos por diversas cadenas de restoranes familiares y de comida rápida, el que dio cuenta de resultados preocupantes.
Contextualizando, actualmente existen 2.8 millones de muertes asociadas a la obesidad en todo el mundo, lo que ha convertido esta enfermedad en el quinto factor de riesgo de defunción mundial. Siendo el consumo frecuente de alimentos altos en calorías, grasa y sodio; sumado a los altos niveles de sedentarismo (asociado a un menor gasto energético) los precipitantes de su aparición temprana, por lo que se hace primordial promover estilos de vida saludable en los niños, priorizando los aspectos de alimentación saludable y vida activa.
Según la Encuesta Nacional de la Salud, en el 2010 el 67% de la población adulta en Chile presentaba algún grado de exceso de peso (sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida). En tanto, en 2012, las cifras de obesidad infantil (OBI) alcanzaron por primera vez los dos dígitos, llegando a 10.3% de acuerdo a datos obtenidos a través del programa “Control del Niño Sano” en la Atención Primaria de Salud. Es por esto que la preocupación y motivación de la UV y ODECU para analizar la oferta alimentaria infantil en restaurantes, considerando su abandonada regulación, sobre todo en lo referente a calidad saludable y tomando en cuenta también que según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud, un 49.8% de los chilenos comen fuera del hogar al menos una vez a la semana; 19.1% lo hace de una a tres veces por semana; y 22,3% dice comer afuera cuatro a cinco veces a la semana.
Es así como el estudio realizado por las nutricionistas de la Universidad de Valparaíso Marcela Ñunque, Lilian Salazar y Carina Valenzuela, evaluó un total de 45 restaurantes ubicados en la ciudad de Santiago. 40 de ellos correspondían a restaurantes familiares, los cuales se ubicaban en las comunas con mayor población según nivel socioeconómico, y 5 a restaurantes de comida rápida, los cuales ofrecían dentro de sus menús la opción de “Menú Infantil u opción de plato para niños”.
A ellos se les realizó 2 tipos de análisis, el primero se construyó a partir una tabla de cumplimiento de criterios de Alimentación Saludable, en base a las nuevas Guías Alimentarias para la Población Chilena 2013, evaluando por ejemplo si el menú ofrecía fruta como postre, pescados, legumbres, verduras como ensalada o aceite de oliva, entre otros; asignando 1 punto por criterio cumplido. Luego, según el puntaje obtenido se clasificaron como “Muy malo”, “Malo”, “Regular”, “Bueno” o “Muy bueno”. El segundo análisis se realizó mediante la estimación de composición nutricional del plato principal de cada menú. La comparación de aporte de energía (kcal) y macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y lípidos) se realizó con las recomendaciones nutricionales correspondientes al tiempo de comida de almuerzo para preescolares de 2 a 5 años y escolares de 6 a 9 años, considerando una actividad física moderada para ambos grupos etarios.
Dentro de los resultados más alarmantes del estudio se observó que todos los menús estudiados superan las recomendaciones de energía, macronutrientes y sodio tanto para preescolares como escolares, siendo mayor el aporte de calorías en los restaurantes familiares. Además da cuenta una mala calidad nutricional, entendida como la capacidad que tiene una dieta, comida o alimento para cubrir adecuadamente las recomendaciones nutricionales de un niño, ya que son sobrepasadas considerablemente siendo esto perjudicial para la salud. Si proyectamos que un niño comiera fuera del hogar una vez por semana, al cabo de un año estaría consumiendo 12.720 calorías extras a su alimentación normal por sobre su requerimiento energético, lo que se traduciría en que subiría 1,8 Kg de peso. Otro aspecto importante de destacar es que a mayor precio mayor cantidad de proteínas presentes en el menú.
Respecto a lo cualitativo, la gran mayoría de los menús carecían de propiedades saludables, es decir, no propician la conservación de una buena salud y por ende contribuyen a la aparición de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) siendo el 80% de los menús clasificados como “malo o muy malo” y ninguno clasificado como “muy bueno”. Dentro de los tópicos con menor cumplimientos se encuentran los que hacen referencia a si se ofrecen legumbres, si se incluyen productos marinos, si se cocina con técnicas culinarias poco grasas o si el establecimiento cuenta con la información nutricional de los menús. Además, se constató que en varios de estos locales la porción de comida para niños es similar a la de los adultos, existiendo establecimientos que sirven hasta 410 gramos de papas fritas en el plato principal.
Específicamente en las cadenas de comida rápida, ninguna de estas ofrece como alternativa un plato vegetariano, sin gluten o bajo en sodio, y todos los locales de este tipo utilizan productos pre fritos, embutidos y mucha fritura.
“En un escenario donde la obesidad infantil va en aumento y donde el comer fuera de casa es algo recurrente, evaluar qué es lo que se ofrece a nuestros niños es sumamente relevante”, dice el presidente de ODECU, Stefan Larenas. De ahí la importancia de este estudio que, en palabra de sus autoras, “tuvo como propósito contribuir en la entrega de antecedentes que impulsen una mayor regulación de la industria alimentaria en este ámbito específicamente, al existir escasos estudios que aborden este tópico a nivel nacional y mundial”.
En Chile, existe el proyecto de ley sobre el etiquetado de alimentos donde se señala que “en la publicidad de comida rápida, deberá indicarse los efectos nocivos que su consumo habitual pueda ocasionar en la salud”. Además se prohíbe la publicidad en alimentos catalogados por el Ministerio de Salud como altos en grasas y/o sodio. Sin embargo, su incidencia en la oferta alimentaria infantil de restaurantes se aleja mucho del óptimo, dejando un gran vacío en cuanto a expendio de alimentos preparados, lo cual fue evidenciado empíricamente en este estudio.
Para revisar el estudio, entra al sitio de ODECU aquí.
Fuente: http://www.odecu.cl/