Nutricionistas de la UV representan a Chile en Congreso Iberoamericano de Nutrición con investigación que revela un alto contenido calórico en menús infantiles chilenos.
El pasado 19 de Septiembre las nutricionistas nacionales expusieron la investigación en el V Congreso Iberoamericano de Nutrición, que tuvo lugar en el estado de Espirito Santo - Brasil. El evento congregó a más de 4 mil profesionales del área.
El estudio chileno titulado “Análisis cuali-cuantitativo de menús infantiles ofrecidos en restaurantes familiares y de comida rápida en Santiago de Chile” fue realizado por las profesionales Marcela Ñunque y Lilian Salazar, Nutricionistas de la Universidad de Valparaíso (Chile) con apoyo de la Organización de Consumidores y Usuarios (ODECU).
Dada la importante información obtenida en esta investigación, el estudio fue seleccionado para ser expuesto como trabajo libre en el XXIII Congreso Brasileño de Nutrición y V Congreso Iberoamericano de Nutrición, el cual se realiza cada 2 años y que esta vez tuvo locación en Brasil. De esta forma, las Nutricionistas Marcela y Lilian, mediante recursos propios, representaron a nuestro país en el área de Nutrición y Salud Pública.
El evento contó con especial relevancia, debido a que el país organizador, si bien no alcanza los niveles de obesidad infantil que Chile tiene, presenta en la población infantil las mayores tasas de mal nutrición por exceso, según datos de las últimas encuestas de salud.
Las motivaciones de las autoras para la realización de este estudio fueron diversas, partiendo por el preocupante panorama epidemiológico nacional, donde el exceso de peso rodea el 67% en la población adulta y la obesidad infantil alcanza más de un 10%, según los últimos datos entregados por la Encuesta Nacional de Salud y Controles del niño sano (MINSAL). Como también la falta de investigaciones que entreguen un diagnóstico de la oferta alimentaria infantil en lo referente a la calidad saludable, que por consecuencia se refleja en la ausencia de respaldo científico para la realización de políticas públicas regulatorias en torno al rubro de los restaurantes familiares, los cuales actualmente quedan al margen de la ley. En relación a lo anterior, los datos entregados por la Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud muestran que un 49.8% de los chilenos comen fuera del hogar al menos una vez a la semana; 19.1% lo hace de una a tres veces por semana; y 22,3% dice comer afuera cuatro a cinco veces a la semana, realidad que ha seguido agudizándose con el paso de los años.
Datos del estudio chileno
En el estudio se evaluaron un total de 45 restaurantes ubicados en la ciudad de Santiago. 40 de ellos correspondían a restaurantes familiares, los cuales se ubicaban en las comunas con mayor población según nivel socioeconómico, y 5 a restaurantes de comida rápida, los cuales ofrecían dentro de sus menús la opción de “Menú Infantil u opción de plato para niños”.
A ellos se les realizó 2 tipos de análisis, el primero se construyó a partir una tabla de cumplimiento de criterios de Alimentación Saludable, en base a las nuevas Guías Alimentarias para la Población Chilena 2013, evaluando por ejemplo si el menú ofrecía fruta como postre, pescados, legumbres, verduras como ensalada o aceite de oliva, entre otros; asignando 1 punto por criterio cumplido. Luego, según el puntaje obtenido se clasificaron como “Muy malo”, “Malo”, “Regular”, “Bueno” o “Muy bueno”. El segundo análisis se realizó mediante la estimación de composición nutricional del plato principal de cada menú. La comparación de aporte de energía (kcal) y macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y lípidos) se realizó con las recomendaciones nutricionales correspondientes al tiempo de comida de almuerzo para preescolares de 2 a 5 años y escolares de 6 a 9 años, considerando una actividad física moderada para ambos grupos etarios.
Dentro de los resultados más alarmantes del estudio se observó que todos los menús estudiados superan las recomendaciones de energía, macronutrientes y sodio tanto para preescolares como escolares, siendo mayor el aporte de calorías en los restaurantes familiares. Además la investigación da cuenta de una mala calidad nutricional, entendida como la capacidad que tiene una dieta, comida o alimento para cubrir adecuadamente las recomendaciones nutricionales de un niño, ya que son sobrepasadas considerablemente siendo esto perjudicial para la salud. Si proyectamos que un niño comiera fuera del hogar una vez por semana, al cabo de un año estaría consumiendo 12.720 calorías extras a su alimentación normal por sobre su requerimiento energético, lo que se traduciría en que subiría 1,8 Kg de peso. Otro aspecto importante de destacar es que a mayor precio mayor cantidad de proteínas presentes en el menú.
Respecto a lo cualitativo, la gran mayoría de los menús carecían de propiedades saludables, es decir, no propician la conservación de una buena salud y por ende contribuyen a la aparición de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) siendo el 80% de los menús clasificados como “malo o muy malo” y ninguno clasificado como “muy bueno”. Dentro de los tópicos con menor cumplimientos se encuentran los que hacen referencia a si se ofrecen legumbres, si se incluyen productos marinos, si se cocina con técnicas culinarias poco grasas o si el establecimiento cuenta con la información nutricional de los menús. Además, se constató que en varios de estos locales la porción de comida para niños es similar a la de los adultos, existiendo establecimientos que sirven hasta 410 gramos de papas fritas en el plato principal.
Específicamente en las cadenas de comida rápida, ninguna de estas ofrece como alternativa un plato vegetariano, sin gluten o bajo en sodio, y todos los locales de este tipo utilizan productos pre fritos, embutidos y fritura en altas cantidades.
Finalmente las autoras declaran sentirse muy satisfechas con el reconocimiento obtenido por el estudio, y también por la oportunidad de compartir la experiencia con otros países de la región. “Para nosotras es muy importante incentivar la realización de investigaciones analíticas como esta, en las que se obtiene una radiografía de la oferta alimentaria de nuestro país, sirviendo como sustento para la creación de políticas públicas regulatorias. Y aún más si este puede ser plasmado en otros países, como Brasil por ejemplo, ya que además de tener un exceso de peso en aumento en su población infantil, posee altos contenidos de grasas en sus preparaciones, porque utilizan la fritura como técnica culinaria típica”, declaran las autoras quienes consideran además el importante rol del profesional Nutricionista en la educación y promoción de una alimentación saludable, como también el empoderamiento de los profesionales de la salud en la lucha contra la epidemia de obesidad, que proyecta una potente carga de morbilidad para las generaciones futuras de nuestra sociedad.