El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), junto con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) desarrollaron un sistema único en Latinoamérica, de aplicación segura y efectiva de plaguicidas en invernaderos de tomates, sin la intervención humana en su interior.

Esta investigación surgió por que los agricultores de tomates, de la zona de Colín de la Región del Maule, están diariamente expuestos a los compuestos de los plaguicidas y los residuos que se producen al realizar su trabajo.

Robert Giovanetti, encargado regional de FIA (fundación para la innovación agraria) explica que la aplicación no dura más de 3 a 5 minutos, por lo que los volúmenes de agua y producto son reducidos con un menor derrame de plaguicidas en el suelo, así no se genera una sobresaturación de las plantas.

Este sistema funciona por medio de tuberías con boquillas especiales que distribuye el plaguicida en forma homogénea sobre las plantas, logrando una aplicación más óptima y efectiva en el control de insectos y enfermedades. Luego de emplear el pulverizador se inyectó aire comprimido a través de las tuberías, lo que permitió el vaciado completo.

Con esta nueva tecnología se asegura que la salud de los productores esté protegida, además asegura que los tomates no contengan residuos de plaguicida que puedan afectar la salud de los consumidores.

Jorge Riquelme, agrónomo y coordinador de este proyecto en INIA comentó que este sistema fue probado en Uruguay en 2012, pero no fue muy efectivo.

Este sistema es único en América Latina, puesto que se ha desarrollado para pequeños y medianos agricultores y no se ha focalizado en grandes empresas, y comenzará su aplicación de forma inmediata.

Fuente: FIA