Información al Consumidor sobre Patógenos: Salmonella
Las enfermedades transmitidas por los alimentos son un tema preocupante para la salud pública, responsables de que 1 de cada 6 estadounidenses se enfermen cada año. La causa de enfermedades derivadas de los alimentos reportada con mayor frecuencia son las infecciones por salmonella. Cada año en los Estados Unidos se reportan aproximadamente 42,000 casos de salmonellosis, una infección causada por las bacterias de la salmonella. Debido a que muchos casos leves no son diagnosticados o reportados, el número real de infecciones puede ser más de 30 veces mayor.
Salmonella
La bacteria Salmonella viven en el tracto intestinal de humanos, animales y aves. Las infecciones por salmonella en los humanos usualmente acontecen como resultado del consumo de alimentos contaminados con heces de animales. Los alimentos contaminados generalmente se ven y huelen normal y por lo general son de origen animal, tales como la carne vacuna, de aves de corral, leche o huevos. Sin embargo, cualquier tipo de alimento, incluso las frutas y verduras, se pueden contaminar con salmonella.
La bacteria salmonella también se puede encontrar en las heces de algunas mascotas. Los humanos se pueden infectar si no lavan sus manos después de entrar en contacto con las mascotas o sus heces. Los reptiles, tales como tortugas, lagartijas y serpientes, son más propensos a albergar la salmonella. Muchos polluelos y aves jóvenes también acarrean la salmonella en sus heces. Para prevenir la contaminación siempre siga los procedimientos adecuados al lavarse las manos después de manipular cualquier tipo de aves o reptiles.
La mayoría de las personas infectadas con salmonella sufren síntomas como diarrea, fiebre y dolor abdominal entre 12 a 72 horas después de la infección. Por lo general, la enfermedad dura entre 4 y 7 días, y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento. Sin embargo, en algunos casos más graves los pacientes deben ser hospitalizados y deben recibir un tratamiento con antibióticos rápidamente. En estos pacientes, la infección por salmonella puede propagarse de los intestinos al torrente sanguíneo, y en última instancia puede causar la muerte.
Los niños son los más propensos a contagiarse por esta bacteria y contraer salmonellosis. La tasa de infecciones diagnosticadas en niños menores de cinco años de edad es cerca de cinco veces mayor a la tasa en el resto de las personas.
Las infecciones por salmonella también pueden ser mortales para:
- mujeres embarazadas y sus bebés en gestación
- adultos mayores
- personas con sistema inmunológico debilitado (tales como aquellas con VIH/SIDA, cáncer, diabetes, enfermedades renales o pacientes trasplantados)
4 pasos fáciles para prevenir infecciones por salmonella
La prevención de infecciones por salmonella requiere la práctica de buenos hábitos de inocuidad alimenticia en nuestros hogares, y especialmente en nuestras cocinas. La contaminación cruzada de los alimentos comestibles es la forma más común de propagar las enfermedades transmitidas por los alimentos en el hogar. Una buena cocción mata la salmonella y conserva los alimentos a la temperatura correcta evita que las bacterias crezcan y se multipliquen.
La práctica de las pautas del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del USDA que se enumeran a continuación ayudará a mantener en cualquier hogar la inocuidad alimentaria y libre de salmonella:
- Limpiar
Lave sus manos con agua enjabonada tibia por 20 segundos antes y después de manipular alimentos y después de usar el baño, cambiar pañales o manipular mascotas. Lave los utensilios, tablas de cortar, platos y encimeras con agua caliente y jabón después de preparar cada alimento y antes de ir a la siguiente preparación. Considere el uso de toallas de papel de un uso para limpiar las superficies de la cocina. Si usa paños de tela, lávelos con frecuencia en el ciclo de lavado con agua caliente de su lavadora.
- Separar
Las carnes crudas se deben mantener separadas de los alimentos frescos, cocidos y listos para el consumo. Nunca coloque alimentos cocidos en un plato en el que previamente había carne roja, carne de aves o mariscos crudos. En lo posible, use una tabla para cortar los productos frescos y otra para las carnes, aves y mariscos crudos.
- Cocinar
Una buena cocción mata la salmonella. Evite comer huevos, aves o carne que estén crudos o poco cocidos. También evite consumir leche cruda o no pasteurizada u otros productos lácteos no pasteurizados. Use un termómetro limpio para alimentos cuando mida la temperatura interna de carnes, aves, guisados y otros alimentos para tener la certeza de que están a la temperatura interna mínima segura:
- 145 °F (63°C) para pescados
- 145 °F (63°C) para bifes, chuletas o cortes para asar de carne de res, cerdo, cordero y ternera. Para mayor seguridad y calidad, deje reposar la carne durante al menos tres minutos antes de trincharla o consumirla.
- 160 °F (71°C) para carne molida cruda de res, cerdo, cordero y ternera.
- 160 °F (71°C) para platos/guisados con huevo
- 165 °F (74°C) para aves. No se recomiendan las aves rellenas. Cocine el relleno por separado a 165 °F (74°C).
- Cuando recaliente salsas, sopas y salsas espesas llévelas al punto de ebullición.
- Recaliente otras sobras exhaustivamente a por lo menos 165 °F (74°C).
- Refrigerar
Refrigere o congele los alimentos perecederos, comidas preparadas y sobras dentro de 2 horas (1 hora si las temperaturas están sobre los 90 °F (32°C)). Los congeladores deben marcar 0 °F (-18°C) o menos y los refrigeradores 40 °F (4°C) o menos. Descongele los alimentos en el refrigerador o en agua fría. Los alimentos no se deben descongelar a temperatura ambiente. Los alimentos descongelados en agua fría deben ser cocinados a una temperatura mínima segura inmediatamente después de descongelarlos. Marinar los alimentos en el refrigerador. Divida las grandes cantidades de sobras en recipientes poco profundos para un rápido enfriamiento en el refrigerador.
Fuente: http://foodsafety.gov/